Un códice perteneciente a los indígenas de Mesoamérica, hallado en la selva profunda del territorio guatemalteca, habla de la vuelta de Los Niños del Sol; almas emisarias del Cosmos, que entran al sistema solar cada 12 mil años.
Encarnan como simientes en los momentos de máximo declive de una civilización. Bajo esta información revelada por comunidades Maya en el viaje de exploración y registro fotográfico de Abya Yala, es que se basa la narrativa y estética que encarnan estas Niñas y Niños del Sol.
Como una vuelta cíclica de 10 años que tiene la primera serie fotográfica “Arquitectura de la Aniquilación”, otra vez las/los protagonistas son niñxs. Pero a diferencia de lo que el relato visual propone en la primera serie (un mundo devastado por la contaminación), Los Niños del Sol portan en sí una luz que alumbra la conciencia para una nueva humanidad.