Un códice perteneciente a los indígenas de Mesoamérica, hallado en la selva profunda del territorio guatemalteca, habla de la vuelta de Los Niños del Sol; almas emisarias del Cosmos, que entran al sistema solar cada 12 mil años.
Encarnan como simientes en los momentos de máximo declive de una civilización. Esta información revelada por comunidades Maya en el viaje de exploración y registro fotográfico de Abya Yala, es el pilar de esta narrativa y estética que encarnan estos niños solares.
Argentina, Paraguay, Irlanda, Francia, España, Marruecos, Italia, Albania, Montenegro, Serbia, Bulgaria, Turquía y Nepal son los territorios explorados para el hallazgo de las locaciones y niños solares que despliegan este relato expresado a través de fotografías y videos.